La alergia a proteínas de la leche de vaca (APLV) puede presentarse de formas diferentes durante el período de lactante. La colitis alérgica constituye, en la mayoría de casos, una forma tardía de presentación, siendo las proteínas de la leche de vaca (PLV) el agente más frecuentemente implicado en su desarrollo en el período de lactante, aunque también pueden estar implicados otros alimentos y deben tenerse en cuenta en el manejo de esta patología.

LACTANTE
1 mes de vida

Consulta por presentar deposiciones con hebras de sangre y moco en las heces de unas 48 horas de evolución.

❱ Alimentación con lactancia mixta.

❱ Sin vómitos.

❱ Afebril.

❱ Sin rechazo del alimento.

❱ Sin otra sintomatología acompañante.

❱ Embarazo, parto y período neonatal sin incidencias.

❱ Madre con atopia.

❱ Hermano con antecedente de APLV resuelta a los 2 años.

❱ Buen estado general. Normocoloreado. Normohidratado. Sin signos de distrés respiratorio. Peso: 3880 g. Talla: 52,5 cm.

❱ Auscultación cardíaca: rítmica. Sin soplos.

❱ Auscultación pulmonar: buena ventilación bilateral sin ruidos patológicos sobreañadidos.

❱ Abdomen: blando y depresible, sin masas ni megalias, no doloroso a la palpación. Sin signos de peritonismo.

❱ Región perianal: no se aprecian fisuras ni otras lesiones.

❱ Exploración otorrinolaringológica: normal. Otoscopia: normal.

❱ Fontanela anterior normotensa.

❱ Sin exantemas ni petequias. Resto sin hallazgos.

❱ Coprocultivo: negativo.

❱ Ecografía abdominal: sin alteraciones; no se aprecian signos sugestivos de invaginación intestinal.

❱ Prick test (se hizo a los 4 meses): negativo a soja, leche y huevo.

El diagnóstico diferencial se realizó entre las principales causas de sangrado rectal teniendo en cuenta la edad del paciente. En la exploración física no se apreciaban signos de fisura anal. De igual modo, la madre tampoco tenía grietas en el pezón que hicieran pensar en sangre materna digerida. Clínicamente, el paciente mostraba buen estado general, y no presentaba vómitos ni distensión abdominal, haciendo muy improbable los diagnósticos de enterocolitis necrotizante o vólvulo. Además, se realizó ecografía abdominal en la que no observaban hallazgos, descartando también una posible invaginación intestinal. Por otra parte, se hizo coprocultivo y estudio de antígenos en heces que descartaba una posible etiología infecciosa.

Finalmente, teniendo en cuenta la historia clínica, exploración, exámenes complementarios y respuesta al tratamiento, se estableció el diagnóstico de colitis alérgica.

Tras la valoración del caso y la realización de exámenes complementarios se procedió a sustituir la fórmula que estaba tomando el niño por una fórmula extensamente hidrolizada (Novalac Hidrolizada) con mejoría clínica, pero persistían algunos episodios de deposiciones con sangre y moco. En consenso con la madre, se indicó dieta exenta de productos lácteos a la madre.

(Síntomas alérgicos, parámetros de calidad de vida, regurgitación, consistencia de las deposiciones, llanto, índice SCORAD en caso de eccemas o sequedad cutánea por dermatitis atópica)

✔ Tras la introducción de la fórmula extensamente hidrolizada y el inicio de la dieta exenta de derivados lácteos, se observó mejoría significativa, aunque persistía algún episodio ocasional.

✔ Se revisó la alimentación de la madre y se hizo un registro de alimentos, apreciándose una posible relación entre los episodios y la toma de leche de soja. Se optó por retirar también la soja de la dieta de la madre, resolviéndose la clínica.

✔ A partir de los 8 meses de vida aproximadamente se reintrodujeron de forma progresiva los lácteos y la soja en la dieta materna, con buena tolerancia por parte del niño.

✔ A partir del año se procedió a la introducción de alimentos con PLV en la dieta, con buena tolerancia.

La colitis alérgica es el resultado de una reacción inmune a la ingesta de ciertas proteínas. Los alimentos involucrados en el desarrollo de la enfermedad pueden ser varios, siendo las PLV el agente causal más frecuente con diferencia durante el período de lactante.

La edad más frecuente de aparición es por debajo de los 6 meses de vida y la sintomatología más habitual consiste en la emisión de sangre y moco en las heces en un niño por lo demás asintomático, sin afectación del estado general ni de la curva pondoestatural.

Para el diagnóstico es imprescindible una historia clínica detallada, destacando los posibles antecedentes familiares y/o personales que puedan existir, así como la identificación de los posibles alimentos que pueden estar implicados.

El tratamiento se basa en la retirada de la dieta de los posibles alimentos causantes de la colitis y, en caso de lactancia materna o mixta, se debe valorar retirar de la dieta de la madre dichos alimentos. Si el niño toma lactancia artificial se deberá utilizar una fórmula extensamente hidrolizada.

La evolución suele ser favorable, con desaparición de la clínica unos días después de la retirada del alérgeno.

“Si no se observa mejoría o la mejoría es parcial, tras comprobar que se está siguiendo de forma adecuada la dieta de exclusión, debe tenerse en cuenta la posibilidad de que existan otros posibles alimentos implicados.”