La reintroducción de las proteínas de leche de vaca en el lactante y la consecuente reaparición de los síntomas relacionados con la alergia es la prueba diagnóstica que confirma la presencia de dicho trastorno, debido a la ausencia de pruebas complementarias eficaces que pongan de manifiesto el mecanismo inmunológico implicado.
La prueba de provocación en el domicilio puede realizarse en los casos en los que las manifestaciones de la APLV hayan sido la proctocolitis y/o los trastornos digestivos como el RGE, el cólico o el estreñimiento. No debe realizarse cuando la presentación clínica ha sido en forma de FPIES por el riesgo de desencadenar toda la sintomatología sistémica, que puede ser severa, ni tampoco cuando hay evidencia o sospecha de un mecanismo IgE mediado.
Tras la reintroducción de las proteínas de leche de vaca, la reaparición de los síntomas puede producirse unos días después de las primeras cantidades, pero suele ser leve y de fácil manejo, de forma que es posible realizarla ambulatoriamente en el domicilio del paciente y con supervisión por su pediatra o gastroenterólogo.
Para poder plantear la realización de una prueba de provocación en domicilio deben darse las siguientes condiciones:
Lactantes alimentados con fórmula
Sustituir cada día una de las medidas de la fórmula extensamente hidrolizada por una fórmula de lactantes, en al menos dos de las tomas del día. Si se sospecha que hay una intolerancia a la lactosa asociada a la APLV, se utilizará una fórmula sin lactosa.
En caso de que con una medida en dos biberones no haya síntomas, avanzaremos a sustituir cada día un biberón de fórmula extensamente hidrolizada por un biberón de fórmula de lactantes hasta completar la reintroducción.
La aparición de los síntomas en caso de que la provocación sea positiva suele ser relativamente rápida tras la reintroducción.
Lactantes alimentados con lactancia materna
La reintroducción suele ser un poco más lenta en lactantes alimentados con lactancia materna. En este caso será la madre quién reintroducirá la leche de vaca y sus derivados en su alimentación. Se suele iniciar con una toma de leche o derivado lácteo al día durante una semana. Si no aparecen síntomas, se puede ir aumentando progresivamente esta cantidad.
La aparición de síntomas tras la prueba de provocación suele ocurrir en las siguientes 2 semanas, llegando algunos casos hasta las 4 semanas tras la reintroducción, especialmente en el caso de lactantes alimentados con lactancia materna.
Bibliografía
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