El estreñimiento en lactantes es un trastorno digestivo funcional muy frecuente durante las primeras semanas de vida y que puede causar un malestar continuado en el lactante. Diferenciamos dos entidades responsables de la sintomatología en el lactante: la disquecia del lactante y el estreñimiento en lactantes propiamente dicho.
En la disquecia se produce llanto e incomodidad, habitualmente con movimientos de las extremidades y enrojecimiento del día en varias ocasiones al día, coincidiendo con los momentos en los que quiere defecar. Se produce por una incoordinación en el acto defecatorio en el que aumenta la presión abdominal sin que se relaje el anillo muscular pélvico. Las deposiciones sin embargo son regulares y de consistencia normal y se resuelve espontáneamente.
En el estreñimiento en lactantes, sin embargo, las deposiciones son duras y con frecuencia espaciadas en el tiempo. Es un trastorno que afecta al 8% de los lactantes y que genera bastante preocupación en las familias. En el abordaje del estreñimiento tenemos que valorar si es un trastorno funcional -la mayoría de las veces- o bien tenemos que descartar un trastorno orgánico como sería la enfermedad de Hirschprung. Aunque no es la forma más habitual de presentación, una Alergia a Proteínas de Leche de Vaca (APLV) también puede manifestarse como estreñimiento en lactantes.
Los lactantes alimentados con lactancia materna también pueden tener estreñimiento, pero suele ser menos frecuente e intenso. También en este grupo es más habitual un “falso estreñimiento en lactantes” asociado a la lactancia materna, en la que las deposiciones pueden estar muy espaciadas en el tiempo sin que ello provoque problemas de crecimiento o malestar en el lactante.
La alimentación con fórmula origina heces más duras por un mayor contenido en jabones cálcicos. Las características de la microbiota intestinal también son diferentes en los lactantes alimentados con fórmula.
En lactantes alimentados con fórmula, tenemos la posibilidad de elegir una que se ajuste a las necesidades. Con una fórmula antiestreñimiento en lactantes, más de un 90% de los lactantes pueden normalizar el ritmo deposicional con resolución del estreñimiento en lactantes y su sintomatología asociada (habitualmente dolor abdominal).
Las fórmulas antiestreñimiento tienen mayor proporción de ácido palmítico en posición beta (más parecida a la leche materna), mayor cantidad de magnesio y adición de oligosacáridos y un mayor aporte de lactosa. Estas características mejoran la consistencia de las heces y su tránsito intestinal y por ende, originan una mejor evolución de los síntomas.
Por otro lado, en el caso de estreñimientos en lactantes persistentes y que no mejoran a pesar del cambio a fórmula antiestreñimiento, en especial si se asocian otros trastornos funcionales como reflujo gastroesofágico y/o cólico del lactante, puede sospecharse la posibilidad de una APLV no IgE mediada, y en ese caso, la fórmula de elección para su manejo dietético sería una fórmula extensamente hidrolizada.
Bibliografía
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